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Excelente artículo de Yo Isasi que puedes encontrar aquí: http://www.nutricionencasa.com/2015/12/23/medicina-licencia-para-matar/
‘La medicina institucionalizada ha llegado a convertirse en una grave amenaza para la salud’. Ivan Illich, ‘Némesis Médica’.
No somos conscientes de lo que pasa actualmente con respecto a nuestra Salud y nos dejamos llevar. No somos conscientes de lo que puede pasar si pisamos un hospital (entrada sin salida) o si ‘simplemente’ nos tomamos una caja de antibióticos (efectos secundarios, uno detrás de otro). Somos unos inconscientes que no queremos ver, investigar (se está más cómodo en las redes sociales o viendo vídeos de youtube) e informarse.
Mi papel aquí ha sido recopilar información de personas que realmente si que quieren ver, investigar e informarse y no creerse todo lo que dicen los medios de comunicación (falsimedia).‘El terror se expande con la información. Y su intensidad está directamente relacionada con la estrategia informativa. El poder se ejerce mediante el terror. Y su intensidad está directamente relacionada con el impacto emocional del terror.
El poder instituido hace uso del terror instituido; administra la venganza y el castigo; administra la muerte. Y define territorios y sujetos.’ Jesús García Blanca.
No, no se trata de conspiraciones paranoicas, extravagantes e irracionales o de ciencia ficción sino de la Realidad en mayúsculas.
Vamos a ver cómo empezó todo y su desarrollo, vamos a conocer qué organismos violaron, dominaron y desprestigiaron a las medicinas alternativas y cómo convirtieron a la medicina alopática en una asesina con licencia para matar donde su víctima, el enfermo, la venera y adora con fe ciega hasta la muerte:
‘La AMA (Asociación Medica Americana) se fundó en 1847 e inmediatamente se dispuso a controlar la escuela de médicos y las formas de curación que se enseñaban y empleaban. Contó con el respaldo de la familia Rockefeller y la Fundación Carnegie Illuminati que contrató a un hombre llamado Abraham Flexner para visitar las escuelas de médicos e informar acerca de su idoneidad para enseñar.
Resulta que Flexner era hermano de Simon Flexner, que dirigió la “investigación” sobre las causas y la prevención de las enfermedades para el Instituto Rockefeller entre 1903 y la década de 1930. El informe de Flexner exigía que las escuelas de médicos de Estados Unidos impusieran unos estándares de admisión y de graduación más elevados y que sus enseñanzas e investigaciones sólo se adhiriesen a los protocolos de la corriente dominante. Nacía así la industria médica que conocemos hoy en día.
La AMA, un frente de los Rothschild/Rockefeller, incrementó sus ataques a la escuela de médicos y a los métodos de curación alternativos con la introducción del Departamento de Propaganda, posteriormente llamado Departamento de Investigación.
Las prescripciones introdujeron un monopolio virtual de los médicos y sus maestros de la industria farmacéutica. Desde el lanzamiento de la “medicina” del bisturí y los medicamentos en Estados Unidos, las redes de los Rotschild-Rockefeller la han impuesto al resto del mundo.
Actualmente controlan todos los “bandos” del campo de la medicina: la Organización Mundial de la Salud, que han creado desde el comienzo; las agencias de “protección” públicas como la FDA (Food Drugs Administration) y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC); el cártel farmacéutico, y las organizaciones de médicos. Si a todo esto le añadimos que son propietarios de los medios de comunicación y que controlan el juego, todas estas organizaciones funcionan de manera unitaria para alcanzar el mismo objetivo.’ David Icke de su libro ‘El despertar del León’.
INFORME FLEXNER.
Un maestro en escuelas preparatorias para el ingreso en las universidades llamado Abraham Flexner, descendiente de inmigrantes judíos alemanes, fue contratado por la Carnegie Foundation y John D. Rockefeller para hacer un estudio sobre las escuelas de Medicina y así poder crear regulaciones que promovieran de manera estricta la medicina con fármacos costosos mientras, al mismo tiempo, cerraban las puertas a los remedios naturales que eran más asequibles. Se llamó el Informe Flexner o Flexner Report que fue titulado Educación Médica en los Estados Unidos y Canadá y constaba de 22 páginas y lo que sigue nos lo cuenta muy bien Ghislaine Lanctôt en la ‘Mafia Médica’:
‘Entre 1910 y 1925 gracias a las reglas establecidas en el Informe Flexner, la AMA (American Medical Association) y los AAMC (Association of American Medical Colleges) eliminaron la mayor parte de los asistentes médicos, principalmente mujeres y negros. En nombre de la ciencia y de la calidad del ejercicio profesional, se exigió a los colegios médicos que adoptaran las recomendaciones del informe Flexner o sea el régimen de terror médico. Las escuelas debían asumir el sesgo ‘científico’ impuesto por el informe, financiado por la Fundación Rockefeller, so pena de desaparición.
No obstante, por aquella época se contaban dos veces más practicantes de medicinas alternativas que de medicina ortodoxa (alopática) y se enseñaba la homeopatía, la fitoterapia y las medicinas manipulativas de rehabilitación y masaje. La reforma médica las erradicó. Hizo que el número de escuelas de medicina pasara de 650 a 50 y el número de alumnos de 7500 a 2500. La salud cayó en manos de la élite rica masculina. La medicina se transformó en un instrumento al servicio de las altas finanzas: las fundaciones Carnegie y Rockefeller habían financiado el informe Flexner y su aplicación.
El poder económico tomaba el control de la medicina. Desde entonces la explota con los desastrosos resultados que conocemos. Sus artífices son los médicos que disfrutan de privilegios como poder, dinero y prestigio. Es un monopolio norteamericano. Cualquier tentativa de práctica alternativa de medicinas alternativas será severamente reprimida.
En nombre del bienestar de la población se acusa a los médicos alternativos de herejes y charlatanes, mientras se multiplica el hostigamiento, la intimidación y la pérdida del derecho al ejercicio profesional por vía judicial. La Inquisición sigue vive y la caza de brujas continúa hoy en la actualidad.’
INICIOS DE LA MEDICALIZACIÓN.
Debemos conocer bien la ‘historia’ así que nos iremos más atrás en el tiempo. Jesús García Blanca en ‘El Rapto de Higea’ lo borda:
‘El organismo de gestión de este gigantesco programa de dominación es el Modelo Médico Hegemónico y sus instituciones, cuyos inicios efectivos se remontan al siglo XVIII. La salud se convierte entonces en un asunto público; la institución médica se normaliza y comienza a arrebatar parcelas de poder a la institución religiosa y a ocupar el terreno no institucionalizado en el que operaban las sanadoras y matronas; se vinculan por primera vez la asistencia médica a los pobres, protegiendo así a los ricos, y el control de la salud de la fuerza de trabajo: las cuarentenas medievales sirven de modelo a una organización políticomédica que sustituye el modelo religioso por el modelo militar.
El modelo, como hemos apuntado ya, nació a mediados del siglo XVIII. En ese momento se produce un trasvase en las funciones de determinados grupos tentadores de poder: de los clérigos a los médicos.
Según Foucault cuatro cambios fundamentales determinan en este período lo que podríamos llamar los inicios de la medicalización:
1. La aparición de la autoridad médica.
2. La aparición de un campo de intervención médica diferente de las enfermedades.
3. La introducción del hospital como un aparato de medicalización colectiva.
4. La introducción de mecanismos de administración médica.
Tras la Restauración, los médicos reciben la misión de eliminar la enfermedad, y lo hacen mediante un ritual mágico de credibilidad convirtiendo las dolencias en enfermedades objetivas y operativas, lo que conduce a una clasificación de enfermedades y enfermos, a la especialización y la institucionalización; en última instancia: mecanicismo.
Doscientos cincuenta años después, la situación es desoladora:
Por un lado, hay síntomas perfectamente visibles: hasta los sectores más manipulados de la población son capaces de advertir que se ha producido un aumento en el número de enfermedades, en el número de enfermos, en el consumo de los servicios curativos y en el costo de esos servicios, hasta el punto de amenazar seriamente las economías de los Estados. Otros síntomas, aun siendo visibles, son quizá más difícilmente interpretables: la creciente dificultad para amamantar, el aumento del número de cesáreas y de inseminaciones artificiales que reflejan las dificultades para la reproducción, o la progresiva pero contundente evolución de enfermedades agudas a crónicas debido a la represión sistemática de avisos del organismo a base de fármacos. Todo ello puede contemplarse como punta de iceberg de asuntos mucho más inquietantes.
En 1798 el presidente John Adams firmó la ley que condujo a la creación del Servicio de Hospitalización de la Marina. Cinco años después se construyó el primer hospital permanente de la Marina en Boston.
En 1887 se instaló un pequeño «Laboratorio de Higiene» en el Hospital de la Marina de Nueva York para investigar el Cólera y otras enfermedades «infecciosas». Como se ve, el sesgo está presente desde hace más de un siglo.
En 1891 el laboratorio se trasladó a Washington DC. Once años después el Servicio de Hospitalización de la Marina intercaló en su denominación los términos «Salud Pública», y posteriormente pasó a denominarse simplemente «Servicio de Salud Pública» sin el apellido que desvelaba su origen militar.
Al mismo tiempo, el Laboratorio de Higiene fue autorizado para regular laboratorios que produjeran productos «biológicos» y comenzó a crecer dividiéndose en cuatro secciones: Bacteriología y Patología, Química, Farmacología y Zoología.
En 1930, el laboratorio pasó a llamarse Instituto Nacional de Salud. Siete años después se creó el Instituto Nacional del Cáncer, entre otros, con lo que el nombre definitivo quedó en plural: Institutos Nacionales de Salud. Las siglas NIH corresponden al inglés National Institutes of Health.
En 1939 se produjo un cambio crucial: el Servicio de Salud Pública se integró en la Agencia Nacional de Seguridad. Y nos encontramos, tras la Segunda Guerra Mundial, un crecimiento espectacular en dinero y poder de todas las instituciones que venimos mencionando. En esa época (1946) se creó —a partir del MCWA, Malaria Control in War Areas (Control de la Malaria en Zonas de Guerra)— otra pieza clave de la maquinaria: los Centros para el Control de las Enfermedades. Las siglas en inglés: CDC (Centers for Disease Control). Si los NIH representan el brazo investigador, los CDC representan el brazo ejecutivo del Servicio de Salud Pública.’
LA OMS Y SU PROPÓSITO LETAL.
La ambición y el poder siempre quieren más y mucho más y ¿cómo hacer que todo el planeta Tierra esté supeditado también a esta Industria Médica? En la ‘Mafia Médica’ de Ghislaine Lanctôt se explica claramente cuál fue el siguiente paso:
‘En 1977 la Declaración de Alma Ata daba a la OMS los medios para extender el Informe Flexner no solamente a América del Norte sino al mundo entero. En nombre de la salud y del bienestar de los pueblos de la Tierra y del derecho a una ‘salud para todos’ se establecieron criterios y normas internacionales de práctica médica. De este modo el control de la salud pasó de las manos de los gobiernos nacionales a las de un ‘gobierno mundial’. Se desposeyó a los países de su soberanía en materia de salud para transferirla a un gobierno mundial no elegido cuyo ministerio de salud es la OMS. ¿Pero quién controla la OMS? Nadie.
Nadie si exceptuamos la gran banca que financió el Informe Flexner y su aplicación. Entonces ¿qué significa el derecho a la salud? Significa el derecho a la medicación. Es, quiérase o no, como abrir las puertas de par en par a una medicina de enfermedad a nivel mundial. Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del globo.
Esta manipulación mundial por parte de las grandes multinacionales es muy sutil. Cuando la población de nuestro país va tomando conciencia del dominio de la industria sobre la salud así como de la corrupción gubernamental y comienza a presionar para que las cosas cambien, entonces se presentan los ‘salvadores’: las autoridades mundiales. Por el bien de todos los pueblos toman el control de las salud mundial. Como nadie entiende ni jota, nos parece bien. ¿Quién osaría dudar de las buenas intenciones de las OMS? Pero hay que saber quién controla la OMS.
Esa es la cuestión y también la respuesta: La ONU, el organismo de los grandes financieros mundiales. Cada vez más sutilmente las autoridades sanitarias y políticas nos despojan de nuestros bienes y nuestros derechos. Establecen las reglas y hacen las leyes que nos explotan. Es el régimen del terror médico. Es un monopolio mundial. ¡Ojo con oponerse! La inquisición continua al igual que la caza de brujas en el siglo XXI…¡a nivel mundial!
Establishment médico mundial.
El poder establecido no es sólo nacional. Por encima del sistema sanitario de cada país hay un sistema sanitario mundial, la OMS que dicta la política sanitaria global a seguir por los gobiernos de cada país. Se trata de una imposición progresiva: la globalización del poder. Es la mafia de las mafias.
Por definición una mafia es un poder paralelo con sus propias leyes y su propia justicia. Pero ¿paralela con respecto a qué o a quién? Sin duda, paralela al gobierno oficial. La estrategia de la mafia consiste en intimidar a su presa para luego ofrecerle, previo pago, su protección. Si la víctima se niega, peor para ella. Pensemos en los impuestos por ejemplo.
Esta misma asociación entre industria y gobierno se traslada a escala mundial. Es un producto del gobierno mundial: la ONU.
Potentado mundial que, entre otros sectores, invierte también en el de la salud a fin de obtener jugosos beneficios. Su lema es el siguiente: ‘Cuantos más pacientes enfermos con mayor frecuencia, y durante más tiempo, mayor rentabilidad’.
Concretando: Se dedica a envenenar los alimentos (industria agroalimentaria) y a contaminar la tierra, el agua y el aire (industrias químicas).
Es el ministerio mundial de salud que define la salud como un ‘estado de bienestar físico, mental y social’. Da la impresión de estar por encima de la mezquindad y estrechez de miras de los gobiernos nacionales. Reconoce la importancia de lo mental y de lo social. Apoya las medicinas alternativas. Pero si nos ponemos las gafas de la conciencia comprenderemos que la salud para todos implica la medicación y la vacunación para todos. Es decir la enfermedad para todos.’
LA OMS: INSTRUMENTO DEL CARTEL FARMACÉUTICO MUNDIAL.
Entrevista al Dr. Matias Rath publicada por Fírgoa (http://firgoa.usc.es/ drupal/node/26556).
‘La Organización Mundial de la Salud (OMS) se creó hace más de 50 años con el fin de mejorar la salud en todo el mundo. Y uno de sus principales objetivos iniciales fue la difusión de información sobre nutrición. Junto con la Organización para la Agricultura y la Alimentación (OAA), la OMS publicó informes anuales durante una década a los que adjuntaba Reportes conjuntos sobre Nutrición. Pero después de ese período la industria farmacéutica tomó ya el control absoluto de la OMS. Desde ese momento se convirtió en lo opuesto a lo que era. En 1963, sólo 15 años después de que se fundase la OMS para servir a los habitantes del mundo, se había convertido en un instrumento del cártel farmacéutico mundial. Ese año se creó una nueva comisión para luchar específicamente contra los micronutrientes (vitaminas, minerales y aminoácidos) e impedir que se usasen para prevenir, curar y erradicar enfermedades. […] De esta forma, el farma-cartel utilizó a la OMS como su instrumento mundial para dar el empujón a la primera legislación de la globalización, leyes proteccionistas para asegurar artificialmente el monopolio mundial de la salud de los fármacos patentados’.
‘En 1983 la OMS propuso el programa PAV (Programa Ampliado de Vacunación) con el objetivo de vacunar a todos los niños del mundo contra seis enfermedades. Tres de los cuatro miembros del comité de vacunación del PAV eran: Robert McNamara (antiguo presidente del Banco Mundial), Jonas Salk (director del Salk Institute, fabricantes de vacunas) y Van den Hoven (presidente de Unilever).
Un año después, la UNICEF, el Banco Mundial, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la Fundación Rockefeller se suman a la OMS en su cruzada en pro de la vacunación infantil. Y en 1989 la ONU aprueba la Convención de los Derechos del Niño que en la práctica permite imponer por la fuerza, y contra la opinión de los padres, las vacunas, la medicina científica y los tratamientos severos.’ G.Lanctôt. ‘La mafia médica’.
Halfdan T. Mahler fue director general de la OMS entre los años 1973 y 1988. Durante años luchó por sacar adelante el llamado Programa de medicamentos esenciales que básicamente consistía en poner a disposición de países pobres una lista de unos trescientos cincuenta medicamentos considerados los auténticamente necesarios. De tener éxito el programa, las industrias farmacéuticas perderían tres cuartas partes de su mercado. De modo que la maquinaria se puso en marcha y las presiones —con la ayuda de los gobiernos de Estados Unidos, Japón y Alemania Occidental, países en los que se asientan las más poderosas multinacionales de medicamentos— consiguieron la renuncia de Mahler.
El puesto de director general pasó a manos de H. Nakajima, que diez años antes había sido director de Investigación de HoffmannLa Roche, la quinta en el top ten de las farmacéuticas.
En lo que respecta a la nueva directora, Margaret Chan, parece que el cartel farmacéutico no tiene demasiado de qué preocuparse’. Jesús García Blanca, ‘El Rapto de Higea’.
LOS DAMNIFICADOS: LA POBLACIÓN MUNDIAL.
‘La globalización es un proceso y como tal algo en permanente movimiento cuya condición sine qua non es la manipulación, es decir, la fabricación de una realidad falsa a la medida de quienes ejercen el control.
El poder político de los gobiernos nacionales es un espejismo; los que mandan son otros que nadie elige y muy pocos conocen. Los Estados tienen fronteras; las empresas no. El poder político tiene límites; el poder económico, no.
La Versión Oficial —que para el Sistema no es una versión sino la única formulación posible— es intrínsecamente falsa. La producción cultural, social, científica, técnica… oficial está financiada y, por tanto, ordenada.
La dictadura planetaria de la Trilateral y el Club Bilderberg, el Real Instituto de Asuntos Internacionales y el Consejo de Relaciones Exteriores impone las reglas de juego: Tratado de Libre Comercio, Acuerdo Multilateral de Inversiones, GATT, ALCA… y protege su territorio, que es todo el planeta, utilizando por un lado el aparato de falsimedia para desplegar un vocabulario cínico simbólico: progreso, democracia, libertad, tolerancia, futuro… y, por otro, la máquina militar bajo el mando esencialmente estadounidense.
(…)
‘Una descripción muy sintética de lo que el Dr. Costa Vercher denomina «la matriz de un experimento gigantesco que incluye a casi la totalidad absoluta de la población occidental» y que comenzó a desarrollarse entre los años cuarenta y cincuenta del siglo XX:
– A los pocos meses de nacer, vacunación contra tétanos, tosferina y difteria.
– Nueva dosis a los seis meses y otras dos posteriormente.
– Ante resfriados o diarrea con fiebre, antibióticos.
– Ante gripes —que se repiten cada año pese a la pretendida protección vacunal— más antibióticos (a los que hay que añadir los procedentes de la automedicación).
– A una gran parte de la población, extirpación de amígdalas y más «protección» antibiótica.
– En el colegio, vacunación contra el tifus, las fiebres de Malta y la viruela.
– En el servicio militar, nuevas vacunas sin explicación alguna.
– Al treinta por ciento de la población diagnosticada de alérgica a partir de los años setenta, tratamientos de desensibilización, o sea: más vacunas.
– El cincuenta por ciento de la población ha sufrido alguna operación.
– La práctica totalidad ha recibido al menos diez dosis de radiación electromagnética de alta frecuencia al hacerse radiografías. Para una parte, las dosis ascienden a más de doscientas.
– En estos años multitud de fármacos han sido lanzados al mercado y consumidos masivamente para ser retirados diez, quince o veinte años después, tras comprobarse que causaban graves problemas, algunos sin remedio posible.
Más allá del enorme precio biológico que estamos pagando y que continuarán pagando las próximas generaciones, hay que considerar el coste social y ético, la compleja red de intereses económicos, su utilización por parte de las instancias de poder.
Estamos ante una violación del desarrollo vital funcional del ser humano que abarca desde la concepción y el parto, pasando por la crianza y la educación, y termina con la enfermedad y la muerte: todo ello arrebatado y medicalizado, controlado, monitorizado, tecnologizado, protocolizado… deshumanizado.
Todo ello contextualiza de otro modo la aparición, el agravamiento y la multiplicación del cáncer y otras enfermedades degenerativas y sistémicas.‘ . Jesús García Blanca, ‘El Rapto de Higea’.
LAS SANTAS ONGS y SU PAPEL DE LIMPIADORAS DE CONCIENCIA.
‘En 1981, el Banco Mundial aprobó la primera nota de «política operacional sobre las relaciones con organizaciones no gubernamentales». Un año después, el BM convocó a las ONG para trasladarles las instrucciones oportunas en relación con su futuro papel en el marco de la expansión imperial. Se creó el Comité Banco-ONG y el Banco Mundial comenzó a elaborar estudios y aprobar políticas «destinadas a impulsar su participación». Seis años después todo estaba controlado: la mayoría de las organizaciones relevantes habían sido convenientemente amaestradas para servir a los intereses neoliberales. Posteriormente, el BM ha ido implementando estrategias que le permitieran profundizar en esa relación. Los resultados son constatables: en 1990 las ONG fueron incluidas en un 21% de los proyectos financiados por el BM; la cifra para el 2003 era del 72%.
El Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario Internacional) consideran imprescindible el papel de las ONG como «amortiguadores del malestar social», hasta el punto de forzar a los Estados a que las ayuden y financien. Petras lo dice alto y claro:
‘Podríamos decir que hay más de 40 mil millones de dólares canalizados a las ONG, además de 50 mil ONG que hay en el mundo. Pero menos de 500 son las que reciben la gran mayoría de estos fondos y son las que más influyen en la política interna. Existen ONG de menor financiamiento, que por lo menos formalmente se declaran a favor de los movimientos populares.
Pero ninguna ONG ha mostrado capacidad de organizar a las masas, mucho menos han participado en huelgas generales, casi ningún centro ONG maneja algún programa de estudio sobre el imperialismo. Yo hace algunos años revisé todos los programas e investigaciones de las ONG. Y en la muestra de 100 que encontré, ninguna tenía una propuesta de estudiar al imperialismo porque no reciben fondos de Europa o de Estados Unidos si tienen en su agenda estudiar el problema clave que es el imperialismo.
Y en la entrevista publicada por Revisteína en su monográfico sobre las ONG, donde Petras dice cosas tan rotundas como éstas: «Muchas ONG son realmente brazos de gobiernos que reciben su financiamiento de los estados y de instituciones como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y de fundaciones como Ford, que tienen vínculos con los grupos de poder. Lo mismo ocurre en los países donde las ONG están ubicadas, donde se da una cadena de vínculos entre ellas y los ministerios […] ¿dónde están las ONG cuando hay confrontaciones, cuando, por ejemplo, los maestros rurales ocupan terrenos? Entonces ellas se muestran indiferentes e incluso hostiles […] los ejecutivos de estas organizaciones no gubernamentales reciben enormes salarios: conozco algunas ONG, que no son las más grandes, donde los directores reciben entre 30 y 100 mil dólares por año. Las grandes coordinadoras de las ONG, como las que están en Barcelona, tienen palacios, centros con bibliotecas, reciben dinero de ministerios de defensa y son centros de penetración y difusión de ideología hegemónica». Petras considera que sólo una minoría de ONG cumplen un papel positivo, y cuando se le pregunta qué distingue a unas de otras, su respuesta es categórica: «la ideología».
Pero hay otros factores que explican el bombazo de las ONG donde Eva María Durán Blanco cuenta en su libro ‘La gran mentira de la Cooperación Internacional: Para empezar cumplen un papel necesario en el mundo «desarrollado» de limpiadoras de conciencia. En relación con ello, se ha creado una nueva mitología alrededor de los cooperantes, que son considerados «los nuevos soldados de una causa justa». Y no olvidemos su papel como ofertantes de salidas profesionales con cierto sabor aventurero.
Este análisis general podemos trasladarlo con las correspondientes puntualizaciones a nuestro terreno de exploración, la salud y la enfermedad, en el que las organizaciones ciudadanas montadas alrededor de determinadas enfermedades (cáncer, SIDA, hemofilia…) reciben capital procedente de financiación pública —gobiernos, comunidades autónomas, ayuntamientos—, capital privado vía multinacionales de la Farmacia y toda clase de privilegios y cargos institucionales, a cambio de promocionar fármacos, canalizar la escasa capacidad de movilización social de los países ricos y trasmitir actitudes catastrofistas, acríticas, conformistas y, en resumidas cuentas, fortalecedoras de la situación que venimos analizando. Eso cuando no ejercen de primera línea de ataque mediático y censura de las posiciones críticas a distintos niveles.
(…)
Y en el terreno anejo de la educación, Anesvad, Ayuda en Acción, Cáritas, Cruz Roja, Educadores sin Fronteras, Entre culturas, Fe y Alegría, IntermónOxfam o Manos Unidas mantienen proyectos educativos en África, Latinoamérica y Asia. Éstas y otras organizaciones combinan perversos reclamos publicitarios planteando la alternativa entre escuela y basureros con llamadas a la caridad para tapar el hecho incontrovertible de que millones de seres humanos mueren de hambre, enfermedad y miseria, no porque hayan quedado al margen del progreso, sino precisamente como tributo forzoso al progreso del que «disfruta la otra parte del planeta, esa minoría a la que le importa un pimiento el sufrimiento humano que cuesta tener tres televisores.
Pero más allá de la conexión vaticana, la conexión económica: por ejemplo, en el 2008 Manos Unidas —autodenominada «Asociación de la Iglesia Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo del Tercer Mundo», con 71 de legaciones y 4.500 voluntarios— aprobó 774 proyectos en 59 países con una inversión cercana a los 47 millones de euros; Intermón invirtió en sus más de seiscientos programas para 49 países más de 79 millones en 2008; y así hasta ochenta y una ONG españolas. La cifra total debe ser surrealista. («Memoria 2008 de Manos Unidas» (http://www.manosunidas.org/publicaciones/memoria2008/memoria_2008.pdf; «Resumen de actividades Intermón 20072008» (http://www.intermonoxfam.org/cms/HTML/espanol/60/ Minimemoria08_CAST.pdf).’ Jesús García Blanca, ‘El Rapto de Higea’.
MÉDICOS EN VENTA.
‘Pero no solo están en venta las ONG… Fondos para «investigar», equipamiento a hospitales o instituciones, regalos de todo tipo, viajes gratis, material «educativo» gratis, dinero en efectivo… miles de millones de dólares gastados en «promoción» de productos que —evidentemente— son recetados por doctores.
Así lo expresa el Manifiesto de la Plataforma No Gracias: «La Industria financia la formación profesional, un espacio “abandonado” frívolamente por la administración pública, con cursos, congresos, viajes, comidas, ponentes… y evidentemente no a coste cero. Los centros sanitarios abren sus puertas a los visitadores que con obsequios, de mayor o menor cuantía (presentados como “oportunidades educativas”), generan una cultura de patrocinio que afecta a la autonomía profesional y a la racionalidad de la prescripción. La inversión de la Industria en marketing es enorme (31% del total) comparada con el 14% que dedica a investigación […] La industria paga más del 90% de la formación continuada: establece la agenda, paga a los ponentes… y esto es, sin duda, marketing. Los pacientes también son parte del entramado con subvenciones a sus asociaciones y a la edición de revistas y libros».
El escándalo de los sobornos ha alcanzado proporciones tan notorias que al menos tres de las seis revistas científicas más «prestigiosas» han publicado en diferentes ocasiones artículos significativamente contundentes:
– New England Journal of Medicine: «Los resultados de este estudio a nivel nacional indican que las relaciones entre médicos e industria son habituales».
– British Medical Journal: «En medio de las llamadas globales para acabar con el patrocinio directo de la formación de los médicos por las compañías farmacéuticas, una investigación en Australia pone de manifiesto la participación de los patrocinadores en la formación de miles de médicos de cabecera»’. Jesús García Blanca, ‘El Rapto de Higea’.
EFECTOS SECUNDARIOS DE LA INDUSTRIA MÉDICA y BENEFICIOS PARA LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA.
‘Tanto el cáncer como otras enfermedades degenerativas —alzheimer, parkinson, esclerosis múltiple, diabetes y una larga lista que ya rebasa las doscientas— tienen su origen en la agresión química continuada que venimos sufriendo, principalmente en los últimos cincuenta años, y que supone una alteración radical del funcionamiento biológico y de nuestra relación con el ecosistema, desarrollados durante millones de años de evolución.
A pesar de su gravedad, ninguno de estos factores se investiga: «la medicina oficial y los planificadores de salud viven precisamente de la enfermedad y del sufrimiento humanos».
Y la pregunta es: ¿por qué las empresas que fabrican y venden fármacos habrían de ser distintas del resto de las multinacionales? El primer criterio es el beneficio; el crecimiento de los beneficios supone un mercado y unos clientes; y en el caso de la farmaindustria, el mercado es un estado permanente de enfermedad o de amenaza de enfermedad, y los clientes son los enfermos o los candidatos a enfermar, es decir, toda la población del planeta.
Las instancias sanitarias del Imperio crearon hace tiempo un Grupo de Trabajo Interagencial y un Plan de Salud Pública especialmente dedicado a batallar con el problema: «Este Plan de Salud Pública de Lucha contra la resistencia a los antimicrobianos (Plan de Acción) fue desarrollado por el Grupo de Trabajo Interagencial sobre la resistencia a los antimicrobianos. El Grupo de Trabajo, creado en 1999, es copresidido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH), y también incluye la Agencia para la Investigación Sanitaria (AHRQ), los Centros para Servicios de Cuidados Médicos (CMS), la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA), el Departamento de Agricultura (USDA), el Departamento de Defensa (DoD), el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA)».
A poco que se razone, se verá que existen dos factores cruciales que, sirven para el sostenimiento —al precio que sea (y estamos viendo que ese precio es moralmente insostenible) del gigantesco mercado de la Farmafia:
– por un lado el concepto de contagio, que permite extender la potencialidad de la enfermedad y, en consecuencia, el pánico como factor fundamental de control;
– por otro lado, la atribución de las enfermedades a culpables microscópicos —invisibles— que permite no solo la evasión de responsabilidad —del propio enfermo, de la sociedad en general y de los cargos públicos en particular—, sino investigaciones permanentes —e incontrolables por el común de la población— a la búsqueda de culpables y de productos para exterminarlos.
(…)
Los «efectos secundarios» de estos ménage à trois —y a cuatro, y a cinco, y a…— se traducen en presiones para cambiar leyes que perjudican los negocios multimillonarios de la Farmaindustria, permisividad para que productos tóxicos salten al mercado y —en el otro extremo de la misma cadena— ataques a quienes ponen en evidencia los medicamentos, leyes en el Congreso para bloquear la comercialización de tratamientos alternativos, naturales o basados en complementos alimenticios, e incluso utilización de los SWAT para asaltar fábricas de vitaminas o productos naturópatas y clínicas alternativas. (James Demeo, «Anticonstitutional activities and abuse of police power by de U.S. Food and Drug Administration and other federal agencies», Pulse of the Planet, 4, 1993 (http://www.orgonelab.org/fda.htm).’ Jesús García Blanca, ‘El Rapto de Higea’.
ASALTO Y VIOLACIÓN A LAS MEDICINAS ‘ALTERNATIVAS’.
‘Nos encontramos, pues, en manos de quienes tienen el poder suficiente para conseguir que sus teorías se acepten y para impedir que otros las refuten; o, en caso de que algún investigador honesto lo consiga, simplemente acallarlo, desprestigiarlo, encarcelarlo y lo que haga falta.‘
Algunos casos de empleo de la violencia contra personas u organizaciones que de una u otra forma actuaban contra los intereses de la FDA:
– 1990, Reno, Nevada: La Clínica Century, que emplea la terapia de quelación, homeopatía, nutrición y terapias naturales, fue asaltada por la FDA y otros agentes del Gobierno. Confiscaron artículos, equipos, suministros, archivos, ordenadores… No se formularon cargos. La clínica reinició su trabajo reconstruyendo las instalaciones. Entonces sufrió un segundo asalto de la FDA que en esta ocasión registró las casas y bienes de los dueños y empleados. Los agentes trataron brutalmente a los pacientes, que fueron retenidos e interrogados. Una vez más, confiscaron material y dinero en efectivo o talones. Tampoco se presentaron cargos.
– 1991, Texas: La clínica de medicina alternativa del Dr. Stanislaw Burzynski, un emigrante procedente de la Polonia comunista, es asaltada por la FDA y agentes de salud del Departamento de Texas tras hacer público su éxito como terapeuta alternativo. Burzynski había trabajado en silencio durante 15 años sin ningún tipo de quejas o problemas con la ley.
– 1992, Texas: La FDA hizo que el Departamento de Salud de Texas (TDH) y el Departamento de Texas de Drogas y Alimentos llevaran a cabo redadas en más de una docena de grandes tiendas de alimentos de salud.
– 1993, EE. UU.: Cerca de 40 clínicas diferentes de curación natural, tiendas de alimentos saludables y fábricas de vitaminas son allanadas entre mayo y septiembre por agentes de la FDA, la DEA y otras agencias. Las casas de los propietarios y empleados también fueron allanadas sin orden judicial. Equipos de SWAT con ametralladoras participaron en los asaltos.
– A finales de 1996, la FDA anunció planes para intentar «regular» (léase: suprimir) el libre flujo de información a través de Internet sobre métodos de curación «no aprobados».
– La propuesta fue presentada finalmente en diciembre de 2006. Mediante un cambio conceptual —sustituyendo «salud alternativa» por «medicinas alternativas»—, una enorme cantidad de técnicas y aproximaciones terapéuticas: aromaterapia, biofeedback, cromoterapia, nutrición, reflexología, musicoterapia, hipnosis… así como los productos relacionados con ellas se ven controladas por la FDA.‘ Jesús García Blanca, ‘El rapto de Higea’.
LA MAFIA MÉDICA.
‘Ahora descendamos al terreno de la cruda realidad:
– «Fondos para la investigación» donados por compañías farmacéuticas a las que se supone que la FDA debe controlar supervisando investigaciones, autorizando y regulando la comercialización de sus productos.
– Cargos altos y medios de la FDA obtienen empleos altamente remunerados en las compañías que supuestamente han estado regulando.
– Ciento cincuenta oficiales de la FDA tienen importantes inversiones en las compañías farmacéuticas que se supone deben controlar. (Duncan Roads (ed.), «Natural medicine in the USA a warning to Australia», Nexus New Times, vol. 2, 9, agostoseptiembre de 1992, p. 9. Citado en «FDA: serving whom?» (http://www.pnc.com.au/~cafmr/online/medical/ drug1b.html).’ Jesús García Blanca, ‘El rapto de Higea’.
‘Pero entonces ¿cómo es que la mafia goza de la protección de los poderosos, de las autoridades financieras, políticas y religiosas?
Es debido a que el gobierno también es una mafia y tal como nos informa Olivia Zemor en su libro ‘La mafia por encima de toda sospecha’:’ La gente honesta siempre encontrará la manera de entenderse’. El tándem mafia-gobierno es tan viejo como el mundo. La primera quiere dinero, el segundo poder. Pronto llegan a acuerdos: ‘Tú me das esto y yo te doy lo otro. Haremos un buen negocio. De lo contrario, será la guerra’.
El alma del gobierno es la ley, la de la mafia el dinero. Ambos se asientan sobre la fuerza y el miedo. El gobierno pasa por ser un ángel y la mafia por un diablo. Pero son idénticos: los dos usurpan el poder soberano de las personas.
En cambio, el único y verdadero poder legítimo que tiene derecho a existir es el poder divino de cada persona, su soberanía como individuo. Cualquier otra soberanía, incluída la del gobierno, es una usurpación de poder.
¿Qué es un gobierno? Una pequeña minoría de privilegiados que han usurpado el poder de decisión, económico y jurídico a la mayoría. Nos han robado la libertad, por añadidura, con nuestro consentimiento. Pero lo han hecho con elegancia, haciéndonos creer que lo hacían por nuestra seguridad y protección. ¿Seguridad y protección contra quién? ¿Acaso contra ellos mismos?
El gobierno es la mafia número 1.
Estamos convencidos de que en una democracia es la mayoría la que ostenta el poder de decisión a través del sufragio universal. ¿Hemos reflexionado sobre lo que representan las democracias en que vivimos? Consiste en poner una cruz cada cuatro años junto a alguno de los nombres anteriormente seleccionados por las autoridades establecidas. ¡Esto es vivir en una democracia! Ya va siendo hora de denunciar los resultados de estos régimenes: guerras, hambrunas, enfermedades y pobreza como consecuencia del imperio de la minoría sobre la mayoría.
Todo está para ser explotado y extraer los mayores beneficios posibles. Solamente manejan palabras como: competencia, rentabilidad, eficacia, productividad, rendimiento, racionalización; en ningún caso humanización o necesidades de la población. El término mercancía se aplica a todo lo que pueda dar ganancias: la gente, su salud, sus órganos, su sangre, su vida, etc. Nada ni nadie se libra.
‘La salud de los ciudadanos es una mercancía que se compra y se vende’ François Mitterand.
El tráfico de órganos es una industria muy lucrativa. En México se extraen ojos sanos a niños saludables para venderlos con la tácita complicidad de las autoridades. En China, se extraen riñones a los prisioneros políticos.
El tráfico de sangre también es un comercio rentable. Algunas instancias gubernamentales no han dudado en autorizar el uso de sangre contaminada para proteger los intereses económicos de los vendedores. Aún más, los protegen y nos hacen pagar a nosotros, el público, los costes de las indemnizaciones que deberían imputarse a los responsables que han obtenido beneficios con este fraude: la pareja industria-gobierno.
La filosofía de empresa está por todas partes: En la escuela, en el instituto, en la universidad. La filosofía empresarial se enseña en todas partes. Las personas que ‘triunfan’ son propuestos como héroes, modelos para el pueblo, los niños y los adultos.
Así como el Establishment puede continuar imponiendo su (des)orden establecido, dominarnos y explotarnos en su exclusivo beneficio.
Es curioso que algunas enfermedades sean bienvenidas en los hospitales: son rentables. Otras en cambio, no son apreciadas: no son rentables. Basta con imponer criterios de rentabilidad en los hospitales para seleccionar enfermedades que se aceptan o se rechazan. En cualquier ámbito que sea, cuando se prioriza la rentabilidad, se está dando preferencia a los beneficios de los propietarios de las empresas sobre las necesidades de los clientes. En medicina esto equivale a sacrificar la salud de la gente por el lucro de una minoría. ¡Estos son los motivos por los que el gobierno quiere controlar la salud! ¡Este es el motivo por el que las autoridades imponen la filosofía empresarial por todas partes!’ Ghislaine Lanctôt, ‘La Mafia Médica’.
ROBO Y VIOLACIÓN DE LAS PLANTAS MEDICINALES.
‘La ONU y sus organismos patenta y vende plantas medicinales que constituyen un ‘patrimonio mundial’ (se apropia de ellas en exclusiva) a precios exorbitantes incluso a aquéllos que las tenían. Crea los Derechos de Propiedad Intelectual sobre el Material Biológico y otorga esos derechos a diferentes compañías para su beneficio privado. Se trata de una transferencia de propiedad forzosa. Es un robo y una violación. La moral de la ONU es el dinero y su filosofía la rentabilidad.
Un medicamento original es aquél que ha sido inventado o encontrado por vez primera. Para permitir a la compañía farmacéutica recuperar sus inversiones en investigación y promoción del nuevo producto, se le concede la exclusividad (patente) del producto por un determinado número de años, 17 en este caso. Durante este tiempo, la compañía que detente la exclusividad puede vender el producto al precio que quiera sin ninguna restricción. Nadie puede hacerle la competencia. Cuando la patente caduca, entonces si, las demás compañías pueden copiar su producto y los precios caen. Veamos en qué proporción:
1 competidor: caída del 20% del precio original.
2 competidores: caída del 40% del precio original.
3 competidores: caída del 80% del precio original.
Esto significa que, vendiendo el medicamento a un 20% del precio original, el negocio es rentable. No debe extrañar a nadie que estas multinacionales obtengan beneficios que superan un 80% los de cualquier otra industria.
Como nos informa Beth Burrows en Boycott Quarterly: Durante una conferencia internacional sobre el Futuro de la Protección de la Propiedad Intelectual Biotecnológica, uno de los ponentes mencionó los problemas que encontraba la industria con ‘los ecologistas y los que promueven problemas éticos y otras consideraciones irracionales’. ¡Y nadie se le ocurrió contradecir esta afirmación!’. Ghislaine Lanctôt, ‘La Mafia Médica’.
CÁNCER, EL MAL DE LOS MALES.
‘La teoría de la que parte la medicina oficial moderna plantea una mutación genética como origen del cáncer; es decir, un cambio en el programa genético de la célula producido por agentes externos o por el azar y que la vuelve «egoísta» y la empuja al «suicidio».
Esta teoría ha llevado a desarrollar terapias que buscan atacar las células enfermas actuando fundamentalmente en el núcleo de la célula —que es dónde se supone que está la información genética—. El rotundo fracaso del sota, caballo y rey de las estrategias terapéuticas oficiales —me refiero, claro, a la quimioterapia, radioterapia y cirugía— lo evidencia el estudio probablemente más amplio realizado a enfermos de cáncer —25 años de seguimiento a miles de pacientes en trescientos cincuenta hospitales de todo el mundo— y cuyos aplastantes resultados pueden resumirse así: pacientes tratados han tenido una supervivencia media de tres años y medio; pacientes que no hicieron absolutamente nada tuvieron una supervivencia media de doce años.
(Información obtenida de: U. Abel, Die zytostatische Chemotherapie fortgeschrittener epithelialer Tumoren (Bib.). El estudio se centra en la quimioterapia. En lo que respecta a la radioterapia, el antiguo editor de New Scientist, considerado un eminente comentarista médico, el Dr. Donald Gould, menciona en su artículo «Cáncer: una conspiración de silencio» que el tratamiento de radiación se da incluso si estudio tras estudio quedaba demostrado que era más perjudicial que beneficioso. D. Gould, «Cancer: a conspiracy of silence», New Scientist, 2 de diciembre de 1976).
Los intereses creados alrededor del cáncer han bloqueado investigaciones alternativas, boicoteado la utilización de terapias alternativas, desacreditado, amenazado, denunciado y encarcelado a doctores, terapeutas e investigadores que proponían enfoques diferentes de los oficiales, amañado investigaciones, montando campañas mediáticas contra productos naturales que lograban mejoras o curaciones y, en general, cometiendo toda clase de tropelías con tal de proteger su negocio y su parcela de poder.
(Información obtenida de: L. Vallejo Rodríguez, El cáncer y los intereses creados (Bib.). Ver también: Walter Last en http://www.freenews.org/index09. htm). Jesús García Blanca, ‘El Rapto de Higea’.
Creo que para un post es más que suficiente. Todo ha sido recogido de dos grandes libros imprescindibles: ‘La Mafia Médica’ de Ghislaine Lanctôt y ‘El Rapto de Higea’ de Jesús García Blanca.
Hay más información detallada también en otros libros como: Hans Ruesch, ‘Naked Empress or the great medical fraud’ y Morris A. Bealle, ‘The Drug story’. En castellano: Miguel Jara, ‘Traficantes de salud y Conspiraciones tóxicas’; Luis Vallejo, ‘El cáncer y los intereses creados’; Alfredo Embid, ¿Sabe usted lo que le recetan?, y Ekintza Zuzena, ‘¿Usted todavía no tiene su ONG?’.
Si has llegado hasta el final te felicito y te doy las GRACIAS.
Si estás enfermo es importante que te replantees tu Salud porque tu Vida está en juego.
‘Lo fundamental en caso de problemas de salud es el modo en que la persona los concibe, su relación con el terapeuta al que pide ayuda y el grado de agresividad —física, psíquica y emocional— de los tratamientos empleados.’ Jesús García Blanca.
Principio básico higienista: ‘La enfermedad no es un mal a combatir; la saludenfermedad es un proceso único que oscila en determinadas situaciones para buscar equilibrio (la gripe, la tos, los vómitos, la fiebre… no son enfermedades a combatir o extirpar, sino procesos naturales curativos a comprender y favorecer).’
Pronto hablaré sobre el SIDA, un montaje multimillonario que es importante que, los españolitos que nos sabemos inglés, estemos informados de lo que ha pasado con este otro gran negocio genocida:
‘Se está consiguiendo en gran medida desviar hacia un nuevo agente infeccioso de cuya existencia no hay prueba alguna la responsabilidad de un genocidio planetario, una nueva vuelta de tuerca en la agresión a la salud y una cantidad incomensurable de sufrimiento humano.’ Jesús García Blanca.
‘La industria mundial del VIH es demasiado grande y está fuera de control. Hemos creado un monstruo con demasiados conflictos de intereses y reputaciones en juego’. Roger England, ‘The Writing is on the Wall for UNAIDS’.
‘El SIDA es una consecuencia del estilo de vida y la dieta que llevamos y no es causado por el VIH o cualquier otro virus. El mejor tratamiento para el SIDA (o cualquier otra enfermedad) es simplemente llevar un estilo de vida saludable y una dieta alcalina.’ Dr. Robert O. Young.
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
www.nutricionencasa.com