La industria alimentaria hace tiempo que se ha dado cuenta que lo ecológico vende, funciona y está de moda. Así que ya me imagino a los directivos y jefes de empresas todos reunidos para ver qué pueden hacer para seguir haciendo dinero.
Los más ‘inteligentes’ creo que han sido los creadores de la cadena Veritas (2002): las familias Elías (expropietaria de Caprabo) y Pont (Borges), el profesor de Esade, Carles Torrecilla, como director general está Silvio Elías y como director comercial, Emilio Vilà (antiguo ejecutivo del grupo Caprabo). Veritas empezó en Barcelona como una especie de gran supermercado de ‘productos ecológicos’. Y con los años están extendiéndose por todo el territorio español.
Seguro que ahora pensaréis que ésto es muy buena idea, que así llega más a la gente. Como todo en esta vida, y más cuando se trata de millones de euros, la cosa no es tan sencilla y loable como puede parecer a primera vista. Muchos de los productos que vende esta cadena (a parte de los suyos con su propia marca, unos 250) son de marcas industriales que han sacado la versión ‘eco’. ¿Esta gente me quiere hacer creer que en la misma nave industrial donde hacen los zumos industriales hay una zona especial para fabricar los ecológicos? Sinceramente, no me creo absolutamente nada.
Veritas vende 4.000 productos ecológicos y tiene una cartera de 40.000 clientes cerrando el 2008 con una facturación de 14 millones de euros. Vamos, todo muy familiar y casero.
Esta tarde fui a un super de una cadena conocida en toda España a comprar agua (cuántas ganas tengo de no tener que ir más a estos sitios) y cual ha sido mi sorpresa que han reservado una zona exclusiva para Veritas. Mi innata condición de ‘investigadora’ ha hecho que olvidara el agua y empezara a ver quiénes han sido los que se han ‘vendido’ a esta cadena desleal y desinformadora. Y aquí va la lista, que cuando iba viendo las marcas me decía, ‘lo sabía, lo sabía…’: Luz de Vida, El Granero Integral, Lima, Biocop, Biotta, Marchandel, Biogra, Linwood… y luego también están, como os he comentado antes, marcas industriales en su versión eco (zumos Lambda, cerveza San Miguel, caldo Aneto). La que me ha sorprendido un poco ha sido la marca Oatly (leches vegetales) aunque ya veo que donde esté el dinero allí van todos…
He salido bastante decepcionada y triste ya que la gente que estamos metidos de lleno en ésto vemos que los grandes magnates ‘pinchan y cortan’ como les da la gana. Estoy indignada porque nos confunden, porque ahora muchas personas se creerán que por tomar estos productos su vida es más sana y saludable y lo que pasa es que su vida será más cara y no llegará a disfrutar de lo que es un buen aceite virgen extra de verdad, de un buen arroz integral o de cualquier otro producto auténtico y verdaderamente ecológico. Hay una mafia con los sellos ecológicos peor que en la mafia italiana cuando estaba Al Capone, en serio, cuanto más dinero pagues, más sellos y premios otorgados te concederán. Otro gran ‘business’.
Espero que este artículo sirva para que despertemos y dejen, por favor, de una vez, de tomarnos el pelo tanto la industria alimentaria como la dietética, ahora en el mismo saco. Como se decía antiguamente: ‘No te fíes ni de tu padre’ o ‘Aunque la mona se vista de seda, mona se queda’ (mis respetos a los chimpancés).
Yo Isasi
Salud y Verdaderos Alimentos.
www.nutricionencasa.com